Para los seguidores del deporte profesional norteamericano no resulta sorprendente observar que los atletas resuelvan sus diferencias a puñetazos, o al mejor estilo de la lucha libre. Disciplinas como el hockey, el beísbol, el fútbol americano y el baloncesto, entre otras; al parecer poseen una regla no escrita donde la violencia extra deportiva es permitida si se trata de resolver un asunto personal.
El pasado domingo, tras culminar la AAA Texas 500, los pilotos Jeff Gordon, Brad Keselowski y Kevin Harvick, junto a un grupo de mecánicos, protagonizaron una reyerta colectiva frente a los espectadores. Más allá de los puñetazos, llaves, empujones, patadas e insultos, las autoridades de la Nascar piensan sancionar con severidad todos estos conflictos personales llevados a los puños para evitar que se desencadene una tragedia en la pista.
Durante la carrera, Keselowski chocó a Gordon, anulando sus posibilidades de ganar y comprometiendo su pase a The Chase, lo que desencadenó la violenta reacción del piloto afectado. Sin embargo, según la opinión de Robin Pemberton, vicepresidente de la Nascar, los contactos son parte de la carrera y no generan sanciones, pero intentarán aplicar correctivos para evitar todo tipo de violencia fuera de las pistas.
Sabíamos desde el principio que este nuevo formato de The Chase generaría una gran cantidad de presión hacia algunos pilotos, y las maniobras agresivas serían muy comunes. Lo que ha sucedido después de la carrera es para analizar. Es importante que tomemos una decisión correcta porque si ocurre un desastre será nuestra culpa. Tenemos mucho trabajo por delante.
P.D: En la foto de portada, quien recibe el puñetazo en el rostro es Brad Keselowski, no es Sebastian Vettel, como muchos malintencionados publicaron en Twitter.
Vía | motorsport total
